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David Baute, director de «Mariposas negras», habla de la película sobre la crisis climática de Annecy: «Intentamos poner un rostro humano a este drama».

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Fuente: www.variety.com

Mariposas Negras», el desgarrador drama animado de David Baute sobre la crisis climática, se presenta al público de Annecy esta semana, compitiendo en la sección Contrechamp junto a «El sueño de Sultana», de Isabel Herguera.

Basada en la investigación de acción real de Baute, «Climate Exodus», la película combina relatos muy íntimos y personales de mujeres de todo el mundo que se ven obligadas a abandonar sus hogares cuando las fuerzas naturales los hacen inhabitables. Baute y la guionista Yaiza Berrocal formaron equipo con la directora artística María Pulido («Ámome») y el diseñador de producción y director de animación José Sánchez Alonso («Run Ozzy Run») para llevar a cabo la narración y las imágenes.

«Durante casi 10 años hemos seguido las historias de emigración forzosa que se producen en todo el mundo por cuestiones climáticas. Este trabajo nos abrió muchas posibilidades a la hora de concebir el guión. Fue más un trabajo de acicalamiento que de concebir nuevas secuencias, intentamos incorporar esas otras capas que tiene la película, que hacen que el espectador se acerque al drama de estas mujeres de una manera franca, conociendo la dura realidad a la que se enfrentan quienes pierden su origen, ya que siempre serán emigrantes sin lugar al que volver, sus hogares han desaparecido», explica Baute a Variety.

La delicada animación en 2D se inspira en el arte de las regiones que describe la película: el Caribe, la India y el condado de Turkana. Las ricas texturas y las acuarelas de ensueño introducen al espectador en la escena mientras la partitura, compuesta por Diego Navarro, oscila entre lo ambiental y etéreo, lo ancestral y el empleo de acordes acústicos de guitarra de cuerda manual.

El músico y activista panameño ganador de un Grammy Rueben Blades también ha creado una canción exclusiva para el proyecto, a la que Edmon Roch, coproductor de Ikiru, atribuye el mérito de «ayudar a dar mayor vuelo a nuestra película».

Las elocuentes técnicas aclaran los viajes separados de las mujeres al tiempo que fusionan el dolor, el miedo y el trauma subyacente que las unen. Sugieren que, aunque estas catástrofes parecen tener lugar muy lejos, sus ramificaciones están más extendidas y más cerca de casa de lo que la mayoría admite.

«Las historias tienen un nexo narrativo común pero, al viajar por geografías diversas, era necesario generar una atmósfera en cada lugar, para que cada una de nuestras protagonistas tuviera su propia identidad basada en el tratamiento del color», explica Baute.

«Los rodajes documentales previos en cada una de las historias han sido una fuente inspiradora en la producción artística de la película, generando una relación directa con los protagonistas en su lenguaje pictórico que los diferencia entre sí y los hace únicos», añade. «Este trabajo de diálogo entre la animación y el departamento artístico fue muy importante para que la película se moviera de forma inherente, y esto fue gracias al trabajo conjunto de la dirección de animación de Pepe Sánchez y la dirección artística de María Pulido.»

«Creíamos que la banda sonora de Diego Navarro debía unificar cada una de las historias. Aunque utilizamos matices en la instrumentación musical vinculada a cada territorio, partimos de una partitura principal que cohesionaba la película, para luego alimentar y acompañar cada retrato de la vida. A esto se sumó el especial trabajo de diseño de sonido, a cargo del equipo de Coser y Cantar, que termina de cimentar la banda sonora y le da otro peso a la película, muy importante en las producciones de animación», agrega.

Siguiendo a los protagonistas, Lobuin, Vanesa y Soma, que son desplazados de sus serenas vidas rurales para encontrar su camino en medio de estrechos asentamientos urbanos, el desesperado camino hacia la incertidumbre y el anhelo pesa en la pantalla desde la primera separación desgarradora hasta la ansiedad latente de forjar un nuevo comienzo. El único mecanismo para sobrellevar la situación son las historias populares que relatan: los recuerdos de Soma sobre el cuento de la deidad hindú Ganesha, el dios de los comienzos, son especialmente conmovedores.

Navegando por un laberinto imposible de burocracia gubernamental, abusos y mayor pobreza, las mujeres también se enfrentan a las consecuencias del hiperturismo, la avaricia empresarial y un estigma injustamente amontonado a sus pies después de haber sido despojadas de su dignidad, comunidad e identidad. El tema, a menudo sobresaturado, se aborda con un matiz que obliga al público a salir de la película con una actitud ilustrada y no apática.

«La película aborda un tema tan importante y oportuno como urgente: el cambio climático y su impacto en las personas más desfavorecidas que lo sufren sin haber contribuido a él, pero lo hace de una forma que no habíamos visto antes: a través de la animación, y basándose en la historia de tres mujeres reales que se convierten en personajes sin dejar de ser personas», afirma Roch.

La película hace que la crisis climática deje de ser titular de prensa para convertirse en una historia crucial de interés universal, que da pie a una conversación más amplia sobre la vorágine que inevitablemente seguirá afectando a una gran parte de la población.

«Me considero un documentalista, de hecho creo que ‘Mariposas Negras’ es un documental que utiliza la técnica de la animación 2D para contar nuestra historia. En nuestros documentales y en ‘Mariposas Negras’, el tema socio-ambiental está siempre ligado, entendiendo el cine no sólo como un arte poético para expresar nuestros miedos y esperanzas, sino como un instrumento para generar reflexión sobre temas urgentes que nos afectan como seres vivos que debemos integrar en un entorno natural», dijo Baute.

Y concluyó: «Sobre la cuestión medioambiental y climática, escuchamos cada día testimonios tan dispares de expertos, políticos, ciudadanos, que ya empieza a generar un cierto cansancio en la población, y esto es muy peligroso: la cuestión climática debe ser el tema central de preocupación, ya que está en juego nuestra vida. Por eso, hemos intentado poner rostro a este drama, que es además la primera causa de migración en el mundo, y contribuir a generar un debate más profundo sobre la urgente situación actual de la crisis climática mundial.»

«Mariposas negras» es una inspirada coproducción entre Ikiru Films («Tad, el explorador perdido»), Tinglado Film («Ona»), la panameña Tunche Films («Ainbo: espíritu del Amazonas»), Anangu Grup («Momias») y la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales.

La película ha recibido el apoyo adicional de RTVE, el operador de televisión estatal 3Cat en Cataluña, la Televisión Pública Canaria y Mogambo, con la financiación del Ministerio de Cultura de España-ICAA, y el apoyo del ICEC-Departamento de Cultura-Generalitat de Catalunya, así como del Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular de Tenerife.